La escritura en salas de 3era. Sección: el peso del pasado en el fulgor del presente

• Autores: Marsonetto, Sandra
• Año de publicación: 2008
• Idioma: español castellano
• Tipo de recurso: tesis de grado
• Colaborador/a o director/a de tesis: Pugliese, María
• Materia: Lectura; Escritura; Nivel Inicial; Oralidad del lenguaje; Alfabetización temprana; Educaciónm inicial
• Institución: Universidad Nacional de Luján

Fil: Marsonetto, Sandra. Universidad Nacional de Luján; Argentina.
La Educación Inicial comprende la etapa entre el nacimiento y el ingreso a la educación primaria, constituye una experiencia irrepetible en la historia personal y clave respecto de futuros aprendizajes escolares. El nivel inicial recupera saberes previos de los alumnos y se implica en el desarrollo de conocimientos que se profundizarán a lo largo del itinerario escolar básico constituyendo la sala de 5 años el primer escalón de los doce años de escolaridad obligatoria. Es un nivel que presenta intencionalidad pedagógica y ofrece una formación integral desde lo social, afectivo-emocional, cognitivo, motriz y expresivo. A continuación se enuncian algunos de sus metas: -La conformación de identidad personal y colectiva. -El conocimiento y respeto de valores y normas para la formación de actitudes. -La comunicación y expresión a través de los diferentes lenguajes verbales y no verbales. - El juego como contenido cultural de valor. - La enseñanza de conocimientos significativos. - La alfabetización inicial reconocedora de la importancia del lenguaje para el acceso a los conocimientos. - La indagación del ambiente. - La integración de las familias a la tarea educativa. - La articulación entre ciclos y con el siguiente nivel. Pero si rastreamos en la historia del nivel podemos ver cómo la función que se le otorgaba a la escritura difería de la actual, en concordancia con el contexto socio histórico y político, como así también los planteos didácticos de cada momento. 3 La creación de la rama inicial en 1946 se inicia con una propuesta de justicia social hacia la infancia postergada y como nivel educativo fundacional para la educación popular. En las propuestas pedagógicas surgen las actividades del nivel para las áreas del decir, del hacer y del pensar, como superadoras a las ocupaciones froebelianas que se realizaban desde las primeras experiencias de educación inicial en nuestro país. A fines de la década del 50 la corriente pedagógica de la Escuela Nueva, con gran influencia del activismo experiencial de John Dewey, irrumpe en el nivel, provocando una revolución cualitativa. A comienzos de los años 60, en período democrático, bajo la influencia de la escuela nueva, surgen en los Jardines de infantes “los rincones” para el juego trabajo, con una propuesta didáctica globalizadora desde los centros de interés. En la década del 70 la aplicación de un diseño curricular tecnicista coincide en nuestro país con procesos políticos autoritarios a partir del Golpe Militar de 1976. El modelo tecnológico entendía a la escuela y al currículo como instrumentos para lograr los productos que el orden social y económico requería. La psicología conductista fundamentaba este modelo, centrado en la función instructiva del rol docente. Con los años '80 y en el marco de la recuperación del sistema democrático se plantean nuevas búsquedas: la mayoría de las experiencias se centran en las teorías constructivistas del aprendizaje. La década del 90 comienza a replantearse la función de la escuela en la transmisión de saberes culturales,, en un contexto democrático con un fuerte proceso de globalización a nivel mundial y con acelerados cambios tecnológicos. En el Nivel Inicial, a partir de la sanción de las leyes Federal y Provincial de Educación se reflexiona sobre su función propiciando las propia y propedéutica. La función propia revaloriza el rol del docente del nivel y retoma los contenidos 4 educativos como saberes socialmente válidos, orientados hacia la formación de competencias intelectuales, prácticas y sociales. La función propedéutica propone garantizar mayor equidad al asegurar el acceso temprano a los conocimientos y favorecer el rendimiento en los primeros años de la EGB y la calidad de los resultados en los demás niveles de escolaridad. Se pueden reconocer a lo largo de estos períodos dos de las principales posturas teóricas que más han influenciado en las prácticas de enseñanza de la lectura y de la escritura: la educación tradicional y la postura constructivista. Y aunque no es función de la educación inicial enseñar a leer y escribir en forma sistemática, en los últimos años conviven a tal punto que se asumen como propicias para favorecer los procesos ambas a la vez, y en formas simultáneas. A partir de mi largo recorrido profesional como docente a cargo de salas de tercera sección y desde la experiencia como cursante de la Licenciatura en Educación inicial, en el marco de la. Didáctica de la lengua se intentará en principio relevar datos con el fin de analizar las prácticas cotidianas de escrituras. El móvil que generó esta inquietud fue en principio la presunción del débil marco de referencia! que posee la mayoría de los docentes acerca de los procesos de adquisición de la lectura y la escritura. Y luego la evidencia de una clara tendencia a cumplir con una función propedéutica asignada al nivel en los últimos años.