Violencia contra las mujeres: urdimbres que marcan la trama
- Autores
- Femenías, María Luisa
- Año de publicación
- 2008
- Idioma
- español castellano
- Tipo de recurso
- parte de libro
- Estado
- versión publicada
- Descripción
- Las organizaciones de DDHH, lo/as cientistas político/as, la/os psicóloga/os, la/os trabajadores/as sociales y lo/as abogado/as reconocen que a nivel mundial, histórica y sistemáticamente, tanto en tiempos de paz como de guerra, atravesando clases sociales y culturales, los derechos de las mujeres han sido desconocidos, ignorados o transgredidos. Esta situación constante y sostenida incluye el maltrato físico explícito (violaciones, golpes, incluso la muerte), verbal explícito (insultos, gritos), psicológico (amedrentamiento, desconfirmación, descalificación, minusvaloración) y, en general, inequidad, discriminación y segregación. Incluso un balance apresurado muestra niveles generales de maltrato, crueldad y penalización social de las mujeres que no reconocen fronteras, culturas, posiciones económicas o identitarias y que, además, se pueden registrar históricamente desde tiempos remotos. Inscribimos estas páginas en lo que Ana de Miguel denominó proceso[s] de deslegitimación de la violencia contra las mujeres. Estos procesos son fundamentales para desmontar argumentos de distinto nivel que tienden directa o indirectamente a invisibilizar, restar importancia o justificar los niveles de violencia sobre las mujeres que, histórica y sistemáticamente, se detectan. Esta tarea es fundamental desde múltiples puntos de vista sea cuales fueren los supuestos sobre los que se la sostenga, incluyendo los constructos teóricos que –como veremos– presuponen el denominado giro lingüístico. Sea que las mujeres se entiendan como individuos ontológicamente independientes o como sujetos-sujetados inscriptos en el espesor de tramas discursivas que las preceden y que determinan su lugar de emergencia, detectar y denunciar las modelizaciones de la violencia contra las mujeres resulta un trabajo tan complejo como inabarcable, aunque necesario. El primer momento debe ser deconstructivo a fin de poder llevar a cabo la segunda de las tareas que propone Ana de Miguel: asumir la elaboración de un nuevo marco interpretativo de la violencia en términos de violencia patriarcal. Entendemos el patriarcado como un sistema o estructura general de dominación, interclasista y metaestable, como oportunamente señaló Cèlia Amorós, que opera, en un nivel estructural ideológico y simbólico. Algunas preguntas que suelen servir de guía para la fase deconstructiva son: ¿qué factores favorecen que esta violencia no sólo se practique cotidianamente sino que, en muchos casos, pase desapercibida en su extensión, profundidad y persistencia, tanto en los espacios públicos como en los privados? ¿Qué hacen los Estados y los organismos internacionales? ¿Qué responsabilidad tienen en su propagación ciertas alianzas entre la cultura, las vanguardias y los medios? ¿Qué pueden hacer los grupos de mujeres para denunciarla y proponer políticas alternativas? Del mismo modo, ¿qué insidencia tiene esa estructura en la personalidad de cada cual (varones y mujeres) para generar, sostener y perdurar en relaciones violentas?, ¿se trata meramente de un rito masculino que refuerza su identidad? O bien ¿es un papel que juegan las instituciones y las relaciones de poder? Resultará imposible responder todas (y a otras tantas no formuladas pero que se podrían especificar) estas cuestiones. En lo que sigue, se examinarán algunos de los hilos teóricos fundamentales que iluminarán nuestra búsqueda de respuestas.
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación - Materia
-
Ciencias Sociales
Mujeres
Violencia
Fase deconstructiva - Nivel de accesibilidad
- acceso abierto
- Condiciones de uso
- http://creativecommons.org/licenses/by/3.0/
- Repositorio
- Institución
- Universidad Nacional de La Plata
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- oai:sedici.unlp.edu.ar:10915/140781
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