Juventud y educación en contextos rurales: entre la continuidad y la interrupción de las trayectorias escolares

• Autores: Ivaldis Vigor, Natasha Ayelén
• Año de publicación: 2025
• Idioma: español castellano
• Tipo de recurso: tesis de grado
• Colaborador/a o director/a de tesis: Massa, Laura
• Materia: Trabajo Social; Deserción escolar; Educación rural; Equidad educativa; Juventud; Trayectorias educativas; Nivel secundario
• Institución: Universidad Nacional de Luján

Fil: Ivaldis Vigor, Natasha Ayelén. Universidad Nacional de Luján; Argentina.
A partir del nivel secundario, lxs adolescentes comienzan a interrumpir sus trayectorias escolares por diferentes factores. Parafraseando a Paz y Cid (2012) se puede decir que lxs jóvenes, entre 15 y 18 años, ven condicionadas sus trayectorias educativas por la edad, el sexo y/o por insertarse al mercado laboral para gozar de un salario, situación que se vuelve desfavorable para quienes residen en un hogar con condiciones sociales adversas. En el caso de las escuelas ubicadas en zonas rurales de zona Oeste de la Provincia de Buenos Aires, y dado al contexto socioespacial y las condiciones económicas, culturales y sociales que los atraviesa, tiene como consecuencia que uno de los factores de la interrupción o discontinuidad de las trayectorias, sea la búsqueda de insertarse en el mercado laboral informal. Cabe remarcar que éstas zonas rurales tienen como principal ámbito laboral, fabricación de ladrillos y trabajo en granjas de pollo, además son familias patriarcales, con roles de género muy presentes, donde lxs adolescentes deben, en su mayoría lxs que se perciben bajo el género femenino, dedicarse a las tareas de reproducción y cuidado, lo cual repercute en una naturalización que se visibiliza en las escuelas. Las instituciones educativas también son un condicionantes para lxs adolescentes que deben interrumpir sus trayectorias educativas, parafraseando a Terigi (2009), “la escuela moderna”, busca la homogeneización de lxs estudiantes, donde todxs deben cumplir tiempos establecidos, presencialidad plena, y aprendizajes bajo un régimen académico que no contempla que las instituciones están repletas de diversidad e historicidades que forman las trayectorias individuales de lxs adolescentes. Por lo expresado anteriormente, es que debemos posicionarnos entendiendo que no es lo mismo una Institución céntrica que una rural, donde la última, parafraseando a Cragnolino (2011), está regida por sus propias leyes, son un espacio autónomo determinado por las condiciones socioeconómicas en donde se encuentran insertos que repercuta en la cotidianidad y las trayectorias de lxs estudiantes. Es crucial reconocer esta complejidad y avanzar hacia propuestas que respondan a las necesidades reales de estos contextos, fomentando la equidad educativa y la inclusión.