Abstract:
Author affiliation: Pértile, Viviana. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Pértile, Viviana. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Departamento de Geografía; Argentina.
La República Argentina, país de alrededor de 2.770.000 Km2 y 37.000.000 de habitantes, es vista en su conjunto como un territorio de grandes contrastes tanto en su geografía natural como humana. Su extenso territorio aloja diferentes regiones que responden a su situación, clima, relieve, suelos y recursos naturales. El nivel de vida de su población se presenta con fuertes desniveles debido a las diferencias en los ingresos, educación, situación laboral, acceso a la salud, lo que marca un abismo entre riqueza y pobreza no sólo en la sociedad urbana sino también en la rural. En nuestro caso abordaremos un tema que se inscribe en el ámbito rural de la región chaqueña, en particular la provincia homónima. En la década pasada Argentina asumió en forma abierta un modelo neoliberal que dejó al mercado y a la apertura comercial como agentes reguladores del crecimiento, lo que en los hechos profundizó la incorporación de nuestro país a la “vorágine” de la globalización de la economía y a sus efectos, haciendo más dependiente y vulnerable nuestro tejido productivo, especialmente el algodonero, que se encuentra en desventajas con el del contexto internacional más adelantado. Con ello han aumentado los problemas, multiplicándose la crisis agraria y de alimentación; se han agudizado la marginación, la competencia entre desiguales, la pobreza rural y urbana, los problemas medioambientales, la migración, y el agravamiento de las condiciones de vida, etc. Dentro de este contexto, los agricultores pierden capacidad de desarrollar sus propias opciones y son absorbidos por las innovaciones tecnológicas y los juegos financieros y de mercado de las empresas transnacionales. Por otra parte, dentro de este modelo internacionalizado, los pequeños y medianos productores son perjudicados por las mega-empresas, cuyo esquema de producción se caracteriza por el alto aporte de capital y tecnología.1 Estas transformaciones económicas y sociales que caracterizaron a la década del ‘80 tuvieron un notable impacto en las condiciones de vida de la población, a tal punto que crecientes grupos sociales se vieron excluidos de las posibilidades de atender sus necesidades básicas (Carlevari 1996). Dichas transformaciones también abarcaron a las poblaciones dedicadas al agro y la evidencia más notable fue el deterioro del nivel de vida del pequeño agricultor, como consecuencia de la pérdida de competitividad, a lo que debemos sumar la disminución del empleo de mano de obra contratada por los grandes productores –dada la alta tecnificación- lo cual determina una disminución en los ingresos de las familias dedicadas a la agricultura, sobre parcelas medianas o pequeñas. Estos cambios han sido acompañados por un proceso de concentración de la propiedad agropecuaria. Por un lado, los que poseen capital necesario para los requerimientos de la economía actual, aumentan el tamaño de las explotaciones. Por el otro, en algunos casos, la subdivisión de las parcelas usualmente por el acceso a la herencia, aumentó el número propiedades pequeñas que suelen no alcanzar el tamaño mínimo de una unidad de explotación económica (UEE). Desde el punto de vista de la agricultura global, los pequeños agricultores de nuestra provincia no han podido asumir esta visión e incorporar la idea de una agricultura moderna y eficiente como la mejor alternativa para comenzar a solucionar los problemas nacionales, inclusive los del sector urbano industrial. Por el contrario, la agricultura, actividad que debiera contribuir a impulsar el desarrollo, no está cumpliendo con esta función, fundamentalmente porque ha habido un histórico abandono del sector rural. Los agricultores han estado cautivos de ineficiencias crónicas en adquisición y utilización de insumos y equipos, administración de sus predios, conservación y almacenaje de sus cosechas y comercialización de lo producido. Fueron precisamente estas ineficiencias las que determinaron que la mayoría de los pequeños agricultores generaran una producción de volúmenes reducidos, de mala calidad, con costos unitarios de obtención muy altos y los vendieran a bajos precios. Esta falta de rentabilidad determinó la migración rural, propia de los últimos 20 o 30 años, por la expulsión de los agricultores hacia las periferias urbanas. Sus hijos y nietos en la mayoría de los casos son desempleados, cayendo en muchas ocasiones, estimulados por el consumismo, en la tentación del vicio, la prostitución y la delincuencia. De este modo en lugar de poder aportar riquezas y servicios a la sociedad en el campo, constituyen una carga para las ciudades (Lacki, 1995). Estos hechos sociales, en parte disimulados por las políticas estatales (Plan trabajar, Jefes de hogar, etc.) para evitar una explosión social, están siendo enfrentados por los propios trabajadores del campo que intentan con sus acciones y políticas contrarrestar esta situación mediante su organización tanto en empresas campesinas, como en cooperativas. Todo ello con la idea de defender sus intereses colectivos, rescatar para sí los procesos productivos que les corresponden y su espacio social, en un contexto cada vez más globalizado. En el marco de la realidad y de las tendencias anteriormente reseñadas, los pequeños agricultores se encuentran atravesando una crisis profunda: precios no remunerativos, productores altamente endeudados y sin posibilidad de acceso al crédito, lo que se traduce en una resultante social y económica que influye fuertemente sobre el contexto global del Chaco.
Repository: Repositorio Institucional de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Universidad Nacional del Nordeste
Abstract:
Author affiliation: Alberto, Jorge Alfredo. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Alberto, Jorge Alfredo. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Departamento de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Alberto, Jorge Alfredo. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Centro de Geociencias Aplicadas; Argentina.
A lo largo del tiempo, la incidencia de los factores naturales sobre la sociedad ha ido disminuyendo en la medida que las fuerzas productivas iban desarrollándose, alcanzando cada vez niveles mayores. En la actualidad, tal como lo destaca Natenzon, C. E. y Tito, G. (2001), “dentro de la sociedad, el grado de dominación sobre la naturaleza creció como nunca antes, y la incidencia de los factores naturales, en el conjunto, se debilitó. Así, el condicionamiento del hombre por el ambiente y las condiciones del medio ha ido dejando paso al condicionamiento del hombre por el hombre.” Dentro del contexto ambiental, una preocupación continua es el desarrollo de los sistemas periurbanos; específicamente aquellos que crecen sobre el ámbito rural por la expansión de las márgenes de las ciudades en forma de “anillos” o por la extensión a través de “corredores” generando una compleja interface de construcciones edilicias con ambientes naturales y agropecuarios y, donde el grupo humano ejerce una acción sobre la naturaleza, acción configurada tanto por los hombres que intervienen en el proceso de uso y valoración de la naturaleza (su número, sus aptitudes físicas y mentales) como por las técnicas que se aplican para tal fin (objetos de trabajo, medios de trabajo, visión social y técnica del trabajo, técnicas productivas, de transporte, distribución y comercialización). Esos procesos en su conjunto, dan lugar problemáticas ambientales que ponen al descubierto la idea de “vulnerabilidad ecológica” (Wilches-Chaux, G. 1989) concepto ya desarrollado en diferentes capítulos y que en este estudio se hace referencia al riesgo resultante de las problemáticas ambientales generadas por el proceso de urbanización sobre espacios rurales, como así también a la capacidad de repuesta de cada componente y condicionante del sistema en cuestión. Para el desarrollo del presente trabajo se ha seleccionado un área del ámbito periurbano del Gran Resistencia localizada a unos 10 km. al norte del mismo. Dicha área en los últimos años ha presentado fuertes cambios en relación al uso del suelo, donde el elevado parcelamiento y la existencia de diferentes infraestructuras estarían indicando una fuerte presión de la ocupación con todas la problemáticas ambientales derivadas de ello. En el estudio se procura, a partir de un modelo, analizar y unificar patrones de investigación referidos por un lado al impacto de la expansión urbana sobre terrenos de valor ambiental, mientras que por el otro se centra la atención en encontrar alternativas u opciones de intervención que minimicen el impacto del proceso de urbanización, para permitir de esta manera un manejo sostenible del crecimiento urbano. Teniendo en cuenta lo antedicho se utiliza una metodología para el estudio del paisaje integrado en donde se considera la problemática derivada de las múltiples acepciones y usos del término “vulnerabilidad”, a lo que se suman los variados enfoques que pueden llegar a tener estudios que conlleven dicho concepto.
Repository: Repositorio Institucional de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Universidad Nacional del Nordeste
Abstract:
Author affiliation: Alberto, Jorge Antonio. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Alberto, Jorge Antonio. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Departamento de Geografía; Argentina.
Desde hace unas décadas y cada vez con más frecuencia, cada uno de nosotros, somos partícipes directos o bien indirectos a través de las noticias emitidas por los medios gráficos, radiales, televisivos e Internet, de sorpresivos y preocupantes desastres de índole socio ambiental que afectan distintos puntos del planeta, algunos de ellos de origen natural, tales como inundaciones, terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, aludes, etc. y otros provocados por desidia o intencionalidad humana, por ejemplo los atentados terroristas, escapes de gases y sustancias tóxicas, incendios entre otros o, en el peor de los casos, por la combinación de ambos factores; todos estos hechos nos conmueven y nos hacen sentir impotentes y vulnerables frente a las fuerzas de dichas calamidades. La vulnerabilidad ante este tipo de fenómenos se acrecienta en aquellas regiones menos desarrolladas económicamente, ya que carentes de recursos no pueden prevenir estos desastres o remediar sus consecuencias, y claro está es mucho mayor, especialmente, en áreas densamente pobladas. Las ciudades por ser espacios reducidos con alta concentración de población son los sitios más vulnerables y con consecuencias impredecibles. Cabe recordar que las urbes y sus habitantes en gran cantidad de casos, conciente o inconscientemente, son causa y efecto, autores y victimas de estos desastres, pues al crecer las ciudades ocupan espacios no apropiados (áreas inundables, laderas frágiles, etc.) o degradan áreas de riqueza paisajística y biodiversidad poco conocida, generando zonas de riesgos y aumentando su vulnerabilidad tanto ambiental como social. Hoy son frecuentes e incontables los estudios y proyectos de investigación referidos al análisis de los impactos y problemas socios ambientales resultantes del acelerado crecimiento urbano, como así también al fenómeno en sí, es decir la creciente urbanización del Mundo. Estudios estos encarados desde distintas perspectivas, como la ecológica, demográfica, sociológica, paisajística, etc. También son variados los organismos preocupados y abocados a esta problemática tanto a escala local como nacional e internacional. Así por ejemplo en el año 2005, “Ciudades Verdes, ¡Planificar para el planeta!” fue el tema y slogan elegido por la Organización de las Naciones Unidas para conmemorar el “Día Mundial del Medio Ambiente 2005”. El tratamiento de esta problemática, tanto a nivel mundial como regional se plasma en una nutrida bibliografía, o sus sucedáneos más recientes, las publicaciones en formato digital, tanto en discos compactos como sitios en Internet. Cabe acotar que el Nordeste Argentino no escapa a esta tendencia mundial de progresiva urbanización; el Gran Resistencia o AMRG1 es un ejemplo más de este fenómeno, cuyo crecimiento se dio en forma desordenada y sostenida, especialmente en las últimas décadas, proceso que tuvo lugar sin pautas mínimas de planificación urbana que considerara las características del sistema natural, generando así conflictos entre lo ambiental, lo social, lo político-económico y lo cultural. Merece destacarse que en la región existen estudios relacionados con la temática; trabajos encarados por distintos equipos en universidades, institutos y otros organismos gubernamentales y no gubernamentales vinculados a problemas ambientales, sociales, políticos y económicos derivados del crecimiento urbano. Proyectos de investigación que demuestran la factibilidad de realizar estudios con un enfoque geoambiental, que facilite una visión prospectiva y holística del comportamiento, o tendencia, de fenómenos tanto naturales como antrópicos a través del tiempo, sujetos a la influencia del proceso de urbanización.
Repository: Repositorio Institucional de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Universidad Nacional del Nordeste
Authors: Cardozo, Osvaldo Daniel; Rey, Celmira Esther
Publication Date: 2007.
Language: Spanish.
Abstract:
Author affiliation: Rey, Celmira Esther. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Departamento de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Rey, Celmira Esther. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Geografía. Grupo de Estudio en Movilidad, Servicios, Infraestructuras y Territorio (GEMSIT); Argentina.
Author affiliation: Cardozo, Osvaldo Daniel. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Cardozo, Osvaldo Daniel. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Departamento de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Rey, Celmira Esther. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Cardozo, Osvaldo Daniel. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Geografía. Grupo de Estudio en Movilidad, Servicios, Infraestructuras y Territorio (GEMSIT); Argentina.
El crecimiento acelerado de la población urbana y las variaciones funcionales a las que se ven sujetas las ciudades en su estructura interna, son un común denominador del paisaje citadino en muchas partes del mundo. Pero ello, no resulta un problema significativo sin otros fenómenos asociados como: el constante aumento de la distancia entre los lugares de residencia y trabajo, el incremento del tránsito vehicular y su influencia sobre las pautas que rigen los desplazamientos de las personas (modos, dirección, frecuencia, costos, preferencias), la poca adecuación de la redes viarias a los volúmenes y ritmos del tránsito actual, el escaso cumplimiento de la normativa específica, la ausencia de mecanismos de control que supervisen de manera efectiva el comportamiento de los sujetos usuarios de las vías, entre otros aspectos. Estos son solo algunos de los síntomas que comparten muchas ciudades de Latinoamérica y de otros países en vías de desarrollo, los cuales han captado la atención de numerosos investigadores, y tras varios años de constantes esfuerzos por mejorar la situación, existe una sensación generalizada de impotencia porque pese a los esfuerzos dichos problemas persisten. Tal vez, el mayor inconveniente resida en que se han ofrecido soluciones particulares a cada problema, y pocas se sustentan en el análisis de conjunto o con propuestas enmarcadas en una visión holística, algo necesario para una cuestión de estas características, con una fuerte dependencia de múltiples y variados factores (inversión, usos del suelo, nivel de instrucción, pautas culturales, condiciones del medio natural, grado de organización comunitaria, etc). Por esta razón, tal vez sea el momento de revisar algunos conceptos, los enfoques y las técnicas con las que abordamos su estudio en la actualidad, con el ánimo de encontrar nuevos planteos que mejoren los resultados obtenidos hasta el momento Desde hace varios años el estudio de la movilidad constituye una preocupación compartida por un vasto conjunto de profesionales (economistas, urbanistas, sociólogos, geógrafos, planificadores, ingenieros, médicos, entre otros), quienes han elaborado un importante cúmulo de saberes interdisciplinarios, tanto en su plano teórico-conceptual como en el práctico-operativo, tratando de explicar entre otras cuestiones, su dinámica espacial y temporal (CARDOZO, 2004a). Por su parte, los continuos avances en el estudio de la vulnerabilidad han logrado un alto grado de desagregación y especialización, producto de la cual se perfilan un conjunto de facetas bien diferenciadas de la temática, pero que a la vez comparten una base en común. A esta tendencia no han escapado los intentos por tratar de estudiar y valorar la vulnerabilidad de las personas en situaciones de movilidad en la vía pública, a partir de conocer las condiciones intrínsecas (características individuales) y extrínsecas (medio o entorno) en las cuales efectúan sus desplazamientos. La compulsa bibliográfica del material disponible referido a la vulnerabilidad, por un lado, permitió detectar un claro predominio de trabajos referidos a situaciones vulnerables generadas por el ambiente -asociados principalmente a riesgos naturales-, y por otra parte, es notoria la escasez en cuanto a estudios abocados al análisis de esta cuestión en relación directa con el transporte, el tránsito o movilidad de la población. En este sentido, la propuesta aspira precisamente a contribuir con un aporte en dicho campo. En primer término, y más ligado a la necesaria reflexión teórica, tiene como objeto plantear el debate respecto a la evolución terminológica (tránsitomovilidad; riesgo-vulnerabilidad), así como la discusión de otras discusiones teóricas de interés (accesibilidad, sustentabilidad, justicia espacial); en segundo término, y luego de poner en evidencia la relación entre movilidad y vulnerabilidad de la población en ámbitos urbanos, se aspira a formular un conjunto de posibles variables e indicadores que permitan su análisis de manera más precisa y completa. Con esta propuesta centrada en el análisis de los factores que estructuran la vulnerabilidad en situaciones de movilidad, se espera comprender y explicar su comportamiento a fin de proponer medidas para mitigar las amenazas. Cabe señalar que buena parte de la discusión teórica, los conceptos y la propuesta de variables a ser utilizadas, son producto de numerosos estudios1 desarrollados en el Instituto de Geografía de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), referidos particularmente al tránsito, la movilidad cotidiana de la población y sus implicancias espaciales en el ámbito de la ciudad de Resistencia, capital de la Provincia del Chaco (REY, 1999; FOSCHIATTI y OTROS, 2001; REY y FOSCHIATTI, 2003; CARDOZO, 2001/2002/2004a/2004b; FOSCHIATTI y OTROS, 2004), así como al análisis de la vulnerabilidad desde sus distintas facetas y formas de manifestación (FOSCHIATTI, 2004/2005/2006).
Repository: Repositorio Institucional de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Universidad Nacional del Nordeste
Abstract:
Author affiliation: Foschiatti, Ana María Hilda. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Foschiatti, Ana María Hilda. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Departamento de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Foschiatti, Ana María Hilda. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas - CONICET; Argentina.
En los análisis sociales y en las cuestiones de políticas públicas destinadas a reducir la pobreza y a promover la movilidad social de las personas, se ha planteado recientemente el tema de la vulnerabilidad. Entre los fenómenos que contribuyeron a generarla se encontraban el deterioro de la calidad de vida, la inestabilidad económica, la pobreza de amplios sectores de la sociedad, la fragmentación social y la precariedad en los sistemas defensivos de la población ante los riesgos. Algunos organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID y las Naciones Unidas han estimulado fuertemente los estudios sobre el tema, especialmente los relacionados con las dificultades de numerosos grupos humanos para lograr su propia supervivencia y enfrentar las crisis económicas, conectando así a la vulnerabilidad con la pobreza (Cutter, 1993). La Asamblea General de Naciones Unidas anunció en enero de 1990, el comienzo del Decenio Internacional para la Reducción de las Catástrofes Naturales (IDNDR International Decade of Natural Disaster Reduction) y lo hizo en el momento en el que el mundo estuvo afectado por importantes catástrofes: terremotos en Zanjan, Irán (1990), en Northridge, California (1994) y en Kobe, Japón (1995); ciclones tropicales e inundaciones que azotaron Bangladesh (1991); erupciones del volcán Pinatubo (1991); desbordamiento del río Misisipi (1993); y el siniestro más costoso acaecido en Estados Unidos, el huracán Andrew (1992), para citar sólo algunas. Este esfuerzo internacional constituyó una iniciativa destinada a centrar la atención en la recuperación posterior a los desastres y disponer la planificación, preparación y advertencias previas a los eventos dañinos para la sociedad. La prevención y la mitigación de los mismos constituyeron elementos claves y el diseño de las estrategias apropiadas ayudará a disminuir el impacto de ellos en el ambiente y en la población. En ese sentido, es evidente la importancia de las contribuciones geográficas a esas actividades, puesto que las investigaciones tanto en el campo físico, humano como económico-regional siempre han puesto de manifiesto el deseo de reducir el sufrimiento humano. Numerosas regiones del mundo fueron afectadas por desastres naturales y sociales y, aunque se enfatiza en los causantes de los mismos, la preocupación se traslada a los daños que sufre la sociedad y, en ese sentido la vulnerabilidad de las comunidades aparece como principal determinante de esos daños. Pero el mayor daño no es el producido por los grandes desastres sino por los pequeños y medianos que ocurren todos los días (inundaciones, avalanchas, desplazamientos contaminación, marginalidad). Esas amenazas no afectaron a todos por igual y sus consecuencias son proporcionales a la vulnerabilidad de la población (Vargas, J., 2002, 7-10). Con la intención de aclarar algunas cuestiones de terminología, se exponen a continuación los principales aspectos conceptuales y metodológicos más usados y abordados en la mayoría de los trabajos expuestos en este libro.
Keywords: Vulnerabilidad; Sociedad; Población; Riesgo; Tipos de vulnerabilidad.
Repository: Repositorio Institucional de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Universidad Nacional del Nordeste
Abstract:
Author affiliation: Lucca, Amalia I. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Lucca, Amalia I. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Departamento de Geografía; Argentina.
Los temas ambientales han sido siempre preocupación de la geografía a lo largo de todo su camino tal el caso de Estrabón (63 a C – 24 d C), quien encaró el estudio del medio o morada del Hombre, con un enfoque netamente antropocéntrico al considerar a la tierra como teatro de las acciones de los hombre, es decir su preocupación se centró en el ambiente cultural. Varenio (S. XVII) retoma la idea de la superficie terrestre, morada del hombre, pero desde la óptica de la relación del ambiente natural con el hombre, concepto que solventó Humbolt (1769 –1859) y Ritter (1779-1859) y que hoy siguen siendo de actualidad pero con mayor vigor a tal punto que se observa la necesidad de una nueva propuesta como la Geografía de los riesgos, ya sea por los objetivos perseguidos como por su utilidad, con trascendencia tanto en el plano científico, social, como en el económico político. Hoy podemos observar que los fenómenos naturales afectan a poblaciones e infraestructura, y lo hacen en un mayor grado que lo sucedido históricamente, y están respondiendo a diferentes causas, por un lado naturales, por otro sociales o la combinación de ambas. Las características del medio natural (derivadas de su particular topografía, clima y redes hidrográficas), la localización de las ciudades y de las actividades de la población, el modo de utilización de los recursos, la implantación y desarrollo de las principales estructuras y sistemas territoriales, intervienen decisivamente y condicionan las posibilidades de las generaciones futuras De esta manera, el tipo de organización socio-territorial influye de manera diferente en el ambiente preservándolo o destruyéndolo. Lo importante no es dominar la naturaleza, para acabar por destruirla, sino asociarse a ella para conservarla en todo su potencial. En las circunstancias actuales los seres humanos estamos obligados a establecer un nuevo modelo de relación con otros seres vivos y con los elementos naturales; es necesario un nuevo pacto social y natural basado en el conocimiento del medio físico y en una actuación cuidadosa. Este ambiente es vulnerable y en él pueden ocurrir desastres, a raíz de transformaciones o alteraciones producidas como resultado de la ocupación. Un ejemplo de ello se da en el oriente chaqueño, las ciudades allí instaladas se ven expuestas a amenazas de riesgos por inundación que afectan la calidad de vida de la población residente.
Repository: Repositorio Institucional de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Universidad Nacional del Nordeste
Abstract:
Author affiliation: Ramírez, Mirta Liliana. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Ramírez, Mirta Liliana. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Departamento de Geografía; Argentina.
Entre los posibles significados de vulnerabilidad encontramos aquella que la define como la posibilidad de una comunidad o un territorio para experimentar graves daños en caso de catástrofe, como consecuencia de un bajo sistema de protección social y una mala gestión del territorio. Esta definición, y algunas otras, se han apuntado en oportunidad de abordar las nociones de “Vulnerabilidad Global y Pobreza” allí se ha hecho mención a la diferencia conceptual y empírica entre lo que se denomina riesgos, amenazas, desastre y vulnerabilidad, de modo que no abonaremos sobre esta cuestión. Allí se señaló también la forma en que, en primer lugar, Wilches-Chaux (1989) clasifica a la vulnerabilidad1 y, más adelante, se señala la tipología presentada por Anderson y Woodrow en el mismo año2. De cara a relacionar el aporte que desarrollaremos con estas tipologías diremos que, según Wilches-Chaux, nuestra contribución se enmarca en un estudio de vulnerabilidad económica y social, ya que dentro de estas dos categorías se incluyen los análisis de acceso a los servicios de salud, para lo cual es preciso realizar un diagnóstico previo del estado sanitario de la población. En tanto, según Anderson y Woodrow, se trata de un estudio de vulnerabilidad físico-material, ya que se refiere a las características de los niveles de salud. Ahora bien, la complejidad de aspectos que involucra el tema de vulnerabilidad determina que esté formada por varias dimensiones, pues confluyen aspectos relacionados con los hogares, los individuos, las características ambientales, económicas, culturales y políticas. Esas dimensiones están vinculadas con el hábitat (ambiente y vivienda), con el capital humano (salud y educación), con la dimensión económica (empleo e ingresos) y con el capital social y las redes de protección formal (BUSSO, 2002: 8). En este aporte en particular, la dimensión que trataremos es la que está vinculada al capital humano, ya que esta arista tiene como variables a la educación (escolaridad, alfabetismo), a la salud (salud reproductiva, morbimortalidad, desnutrición), y a la experiencia laboral (empleo, ocupación). Cuando hacemos referencia a la salud, nos referimos específicamente al estado sanitario de la población y, desde nuestra perspectiva particular, este concepto involucra el estudio o el análisis de un elevado número de variables de las que podemos destacar como las más importantes las de tipo cultural, demográfico, epidemiológico, recursos sanitarios, utilización de los servicios, accesibilidad a los servicios. Todas las aquí mencionadas son variables que presentan una dimensión territorial, que no es posible desatender si se pretende realizar un adecuado diagnóstico del estado sanitario de la población. Por este motivo es que el aporte de los geógrafos en temas sanitarios y epidemiológicos con dimensión espacial, es relevante. El estudio espacial de las peculiaridades demográficas de la población, es un tema de estudio geográfico tradicional, pero también lo es la detección de áreas con presencia de determinadas enfermedades y la difusión de las mismas. La visualización de los espacios con mayor y menor cantidad de recursos sanitarios, la distribución de las enfermedades y la accesibilidad –geográfica, temporal o económica- a los servicios (equipamientos e instalaciones), puede ayudar a descubrir áreas con necesidades y privilegiar así la dotación de recursos físicos y humanos. Lo antedicho fortalece la incesante y creciente dedicación de los geógrafos al estudio de temas sanitarios y epidemiológicos dentro del campo de estudio de la Geografía de la Salud y de la Geografía de los Servicios, mientras que, por otro lado, refuerza la idea de abordar con mayor detalle el análisis de la población vulnerable frente a situaciones de riesgo sanitario o epidemiológico. Esto nos conduce a expresar nuestra posición acerca de que la vulnerabilidad sanitaria y epidemiológica debe formar parte de las tipologías que se han señalado al inicio de esta contribución. Apostamos a que en el futuro esta arista de la vulnerabilidad sea considerada con mayor relevancia de la que hasta ahora se advierte. Dentro de la Geografía de la Salud, GARROCHO (1998: 603-606) señala siete especialidades de las cuales nos interesa, en particular, la cartografía médica, que comprende la representación en mapas de patrones espaciales de la salud y la enfermedad que derivan en la distribución de los complejos patógenos, estos estudios de corte cartográfico constituyen los trabajos más conocidos dentro de esta rama, son ejemplo de ello los numerosos Atlas de Salud que se han publicado en diversas partes del mundo. Entonces si adicionamos la necesidad de estudiar la vulnerabilidad sanitaria y epidemiológica, por un lado, y la propia y legítima herramienta empleada desde siempre por los geógrafos, es decir la cartografía, surge lo que se ha denominado la cartografía de riesgos que es un instrumento de enorme interés y aplicabilidad en ordenación y planificación territorial debido a que permite valorar el potencial riesgo del territorio para ubicar en él usos del suelo y actividades. Por todo lo expuesto consideramos que nuestro aporte, destinado a detectar las áreas críticas desde la perspectiva sanitaria y epidemiológica y la población en riesgo que ellas involucran, constituye un estudio que se enmarca dentro de los análisis de determinación de espacios vulnerables y población en riesgo, en el marco de los postulados teóricos y metodológicos de la Geografía de la Salud. Asimismo, dado que los resultados -que involucran a un colectivo de población específico, es decir aquella demanda potencial que emplea los servicios hospitalarios, la cual se distribuye en el territorio y hace uso de determinados servicios-, tienen una concreta aplicación en el territorio debido a que pueden ser utilizados como fundamentos de algunos ordenamientos en materia de salud, consideramos que forma parte de un estudio de Planificación Territorial Sanitaria.
Repository: Repositorio Institucional de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Universidad Nacional del Nordeste
Abstract:
Author affiliation: Rey, Celmira E. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Geografía; Argentina.
En las últimas décadas, el crecimiento vertiginoso de la población en la ciudad de Resistencia, especialmente en el área periurbana, con la proliferación de barrios periféricos, el incremento de vehículos (con motor o sin él), sumado a los estilos de vida de la población han contribuido a incrementar el riesgo de sufrir accidentes de tránsito en la vía pública, reconociendo a estos como una de las nuevas epidemias urbanas, denominadas "enfermedades sociales”. Esta consideración de “enfermedad social” para abordar un estudio sobre el ambiente urbano es el resultado del desequilibrio existente en la interacción: movilidad cotidiana y calidad de vida. La acción humana entraña una serie de implicancias que, en lo que hace a la movilidad relacionada con las leyes de tránsito, se revela tanto en la construcción del medio físico a través de una adecuada planificación de la infraestructura vial, como así también, con el acompañamiento de una cultura social en donde las conductas manifiestas se expresen con el cumplimiento de dichas prescripciones. Vale decir, cuando la población se moviliza acorde a la normativa vigente en materia de seguridad vial. La falta de cumplimiento de estos preceptos, ya sea en forma individual o conjunta, generan la aparición de hechos conflictivos que potencian la aparición de riesgo de sufrir accidentes en la vía pública, volviendo de este modo, vulnerable a la sociedad por su permanente exposición a situaciones riesgosas durante su movilidad cotidiana. “La salud y la enfermedad son resultados de intervenciones económicas – políticas en sus versiones laborales, ambientales y preventivas y a la población se le debe informar, por parte de los expertos en salud pública, de cuales son los costos, consecuencias y beneficios de cada alternativa. Pero es la población la que tiene el derecho de decidir (Navarro, V.:1982). En tanto que Brownlea, ve posible la salud pública cuando los habitantes no sólo piden derechos, sino que elijan y participen”. (Olivera, A.: 1999). “Las Naciones Unidas, en su recomendación sobre “participación e igualdad plena”, indica que “ninguna parte del entorno físico será diseñada en forma que excluya a ciertos grupos de personas debido a su incapacidad - temporal o definitiva -.” 1 "La vía pública debe estar acondicionada para que todos los ciudadanos puedan hacer uso de ella, sin barreras que afecten su movilidad para realizar las actividades cotidianas, por lo cual, las autoridades competentes deben prevenir adoptando medidas encaminadas a la supresión de obstáculos a los efectos de procurar el menor impacto sobre los habitantes, garantizando la máxima seguridad posible. Transpolando este concepto operacional 2a la vía pública, la misma deberá estar diseñada en forma que no excluya a ninguna persona, para lo cual se necesita el efectivo cumplimiento de los principios básicos de accesibilidad, fundamental al momento de planificar y construir el entorno físico. Situación que incidirá en la circulación de los usuarios, al facilitar: ingresar a la vía, utilizarla, llegar al lugar deseado y desarrollar sus actividades". (Rey, C., 1999) La respuesta a la necesidad de movilizarse, utilizando la vía pública tanto en el rol de peatones o como conductores de los vehículos, origina el tránsito de persona, bienes y mercaderías que pone en riesgo constante la vida de las personas, involucradas en esa circulación. Se define como "accidente de tránsito al hecho o circunstancia no intencional que ocurre en la vía pública, cuando el usuario (peatón - conductor) se encuentra circulando y, que por una alguna circunstancia (personal, de la vía o del vehículo) sufre daño (psíquico - físico – material)". (Rey, C., 1999). No se puede dejar de reconocer que los accidentes y todo tipo de violencia causan perdidas (emocionales, materiales, económicas, etc.) que desencadenan situaciones que afectan el bienestar de la comunidad. Así la realidad del transito en la ciudad de Resistencia conduce a reflexionar sobre las conductas de riesgo que protagonizan sus habitantes. La problemática durante la movilidad cotidiana constituye uno de los hechos más relevantes que afronta nuestra sociedad. Sus consecuencias son evidentes: muertes, heridos, pérdidas materiales, que permiten definirla como una verdadera catástrofe.
Repository: Repositorio Institucional de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Universidad Nacional del Nordeste
Abstract:
Author affiliation: Foschiatti, Ana María Hilda. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Departamento de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Foschiatti, Ana María Hilda. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Geografía; Argentina.
Author affiliation: Foschiatti, Ana María Hilda. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Centro Científico Tecnológico Conicet – Nordeste. Instituto de Investigaciones Geohistoricas; Argentina.
En las investigaciones referidas a problemas sociales y en las discusiones sobre alternativas dedicadas al tratamiento de la situación de pobreza en la cual viven una cantidad cada vez más grande de población, se plantean con frecuencia expresiones muy complejas relacionadas con los modos de inserción social de las personas y las formas en que se mantiene su cohesión en sociedades profundamente desiguales. Es por ello que para lograr una mayor comprensión de los procesos por la que atraviesa la sociedad y mejorar el impacto de las políticas sociales, el concepto de pobreza dio paso a enfoques más complicados que se han influido mutuamente, como son la exclusión y la vulnerabilidad. La exclusión se vincula con la carencia de trabajo y de servicios como salud, educación y equipamientos. El término vulnerabilidad es más amplio porque abarca mayor cantidad de inseguridades, aunque incluye a la pobreza y a la exclusión. La vulnerabilidad es la propensión a sufrir daño ante la presencia de una determinada fuerza o energía potencialmente destructiva; es la incapacidad para absorber los efectos de un cambio concreto y para adaptarse a esas modificaciones. Es un concepto extenso que incluye exposición, sensibilidad y resiliencia (capacidad para resistir o recuperarse) y se utiliza tanto en las ciencias sociales como en las ambientales. (Clichevsky, 2002) A fines de siglo cobraron importancia los estudios basados en ese concepto dado su visión más amplia sobre los procesos de generación y reproducción de la pobreza y exclusión social, vinculando los sistemas naturales con los socioeconómicos y con los análisis a escala global y local. La vulnerabilidad hace referencia además al carácter de las estructuras socioeconómicas y al impacto que éstas provocan en comunidades, hogares y personas en varias dimensiones de la vida social. Es importante para comprender el impacto psico-social que produjo en América Latina y en nuestro país el nuevo patrón de desarrollo, dado la condición de indefensión y debilidad de los recursos y capacidades de los grupos sociales. (Pizarro, 2001) El concepto de vulnerabilidad implica el reconocimiento de dos cuestiones básicas: por un lado, establece una relación entre los elementos externos al grupo social con las características socio-económicas y culturales que posee dicho grupo. Por otro lado, introduce el concepto de activo en las poblaciones pobres, mostrando que las mismas poseen recursos y que hacen uso de ellos de forma continua para mejorar su situación o enfrentar situaciones adversas. Obviamente, existen puntos de encuentro entre pobreza, exclusión y vulnerabilidad. “La inclusión parcial significa vulnerabilidad y riesgo” (Clichevsky 2002:12). Los factores generadores de vulnerabilidad socio-demográfica provincial son diversos y en algunos casos de gran significación. Desde una perspectiva geográfica, el análisis que se realiza en este trabajo está apoyado en la descripción e interpretación del comportamiento de las variables socio-demográficas que actúan como elementos de vulnerabilidad en los hogares y en los habitantes de una postergada región argentina de frontera, el Nordeste (NEA). Para ello se consideran nueve problemas de gran impacto que afectan a las condiciones de pobreza e indigencia de los hogares y la población. Los principales están centrados en la exposición de las desigualdades y del deterioro social como producto de la vulnerabilidad sociodemográfica, como así en las propuestas y orientaciones de políticas de mitigación en el espacio regional.
Repository: Repositorio Institucional de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Universidad Nacional del Nordeste